TIEMPO MUERTO

En mi afán de conseguir que nuestra defensa vuelva a ser una de nuestras mejores armas, os voy a recordar algunas cosillas en las que siempre os he insistido y que por alguna que otra razón habéis dejado de poner en práctica.

Algunas de ellas no por nimias que puedan parecer, dejan de ser importantes.

Está claro que un partido lo gana aquel que más puntos mete, pero también es verdad que los partidos se ganan y se pierden en defensa.

LA DEFENSA ES TAN IMPORTANTE COMO LO PUEDA SER EL ATAQUE.

Cuando termina un partido y estamos en el vestuario, muchos de vosotros me pedís el acta y preguntáis: ¿Cuántos puntos he metido? A mí me gustaría mucho más, y todavía estoy esperando esta pregunta:

¿CUANTOS PUNTOS HA METIDO EL JUGADOR AL QUE YO DEFENDIA?

La defensa es una autentica tarea de equipo. El ataque de un equipo puede basarse en uno o dos jugadores con talento, pero si en la defensa no se emplean los cinco a fondo… os puedo asegurar que ¡ESTAMOS PERDIDOS!

HABLAR, no hay que parar de hablar. Moncho Monsalve dice que un equipo que habla en defensa juega con 6 jugadores, y ¡cuánta razón tiene!, ¡la cantidad de balones que se roban con solo avisar un corte o un bloqueo!. Hay que aprovechar cualquier parada del partido para hablar, antes de lanzar un tiro libre, mientras el arbitro marca, etc.

Hay que mantenerse siempre en acción, siempre atento, pies separados, rodillas flexionadas, el peso del cuerpo sobre la arte delantera de los pies.

Presionar el balón utilizando manos y brazos. No intentar quitar el balón al atacante cuando lo tiene en las manos, hay que hacerlo cuando no lo tiene controlado, cuando bota o pasa. Si está botando hay que mover las manos de abajo arriba. Cuando se defiende a un atacante sin balón, negar siempre el pase adelantando el brazo más cercano al balón.

Si el atacante deja de botar, hay que presionar los posibles pases que pueda dar moviendo los brazos y las manos, hay que forzar un mal pase o intentar que transcurran los 5 segundos, no es recomendable intentar quitarle el balón de las manos.

Si tu atacante salta para efectuar un tiro, salta con el, mantén el brazo extendido sin bajarlo. Hay que gritar ¡TIRO! para que el resto de defensores se prepare para el rebote.

Mañana más. ¡No creáis que os vais a librar de mí!. Continuará...